miércoles, 6 de octubre de 2010

HISTÓRICAMENTE



La conquista de los españoles trajo como consecuencia un nuevo mundo, la influencia europea, con acento mediterráneo, la férrea cultura africana y  la  capacidad de lealtad de los grupos étnicos (indígenas) nuestros, crearon una simbiosis de intercambio, un sincretismo muy marcado, hegemónico, casi enterrando las raíces autóctonas propias de los nativos de Venezuela. Comenzaron a llegar a tierras del centro-sur de Maracaibo, sus costas y al Municipio Sucre las migraciones de: Italia, Holanda,  Francia, España, Portugal, Inglaterra).

Europa se convirtió en un solo paradigma de las clases dominante, cuyos valores predominan “las bellas artes” no solo en Venezuela sino en toda América Latina y Suramérica.

Venezuela en la historia transciende desde un proceso de aculturación antagónica, de múltiples dogmas, paradigmático, enigmático y místico, que requiere de un estudio de transformación de raíz, epistemológico y sociológico, que permita deslastrarse de nuevos conocimientos, de una vinculación apegada a la praxis, a la razón y el respeto por lo que ya está y puede ser sujeto de apreciación colectiva y reactualizar los estilos y los conceptos.

En el inicio del siglo XVI) se tuvo que los indios, tenían su vida comunal, basada culturalmente en una vida de respeto a la naturaleza y de marcada creencia de sus poderes para obtener alimentos y sanación o castigo  (material-espiritual), con poco vestido y accesorios (rudimentarios), tales como: con expresiones líticas bastante bien logradas que incluyen gladiolitos, bolas de piedra, cuentas de collar y algún que otro objeto de concha de caracol  realizaban bailes y procesiones totémicas, con pieles que pasaban por arcos de flores y frutos de la tierra, la acompañaba con cantos y pantomimas. Hoy  reciben el nombre de: amerindios o indoamericanos.
Los indígenas amazónicos utilizaron figuras de demonios de los ríos y bosques, protectores de la flora y fauna, para preservar durante siglos la existencia de animales y plantas útiles, el poder fecundo de la naturaleza. “predominan los sentidos” a través de el deseo, la tristeza, angustia y ternura, su fin en la danza no es estético, sino una necesidad material y espiritual.

A finales del siglo XVII llegan al Sur del Lago de Maracaibo los capuchinos y los franciscanos, utilizando una estrategia de conquista y dominio la religión “Apostólica”  que a través de las ceremonias, cofradías y cabildos (semillero de la identidad) volcaran los negros africanos todas sus energías y necesidades espirituales.

Los blancos peninsulares y los criollos eran considerados por los europeos como la cúspide de la pirámide social, por lo tanto eran los que tenían el privilegio de visitar los  eventos de salón que brindaba la Danza clásica, el ballet cortesano, el haute-danza, refinado, tiene su influencia de Francia, con hermosos trajes.

Es importante destacar que en el sur de Maracaibo se conserva un rico contenido de etnicidad, ya que esta zona fue abandonada por los extranjeros en momentos de decadencia económica (siglo xix) y fue una de las más pobladas por los africanos, así como los llanos venezolanos, lo que permitió la resistencia a la sumisión y humillación, prevaleciendo con su legado (la danza jazz, el blues, jook Joint, Charleston, y la danza popular de calle).

Con las cofradías, ceremonias, cabildos, creando un modelo de segregación que lo encontramos hoy en las divinidades: San Benito de Palermo, San Juan Bautista, la Cruz de Mayo, virgen del Rosario y de Chiquinquirá, Santa Lucia, El Chamán, la Chicha malla, bajo un proceso de resistencia, de liberación y discurso contra hegemónico.
Actualmente prevalecen grupos étnicos de resistencia y de abolición de la esclavitud (los zambos, waraos, yucpas, los barí, timote cuicas, guajiros en el sur de Maracaibo abundan) de raíces autóctonas que nos nutren con sus bailes y ceremonias

Las expresiones culturales son inagotables en su repertorio, es multifacético, es rico en saberes y en su participación y aporte de nuevos contenidos enriquecen la identidad de un pueblo.
Se espera, que la comunidad siga cultivando y generando más sabiduría, conocimiento y acumulando experiencias, en la entrega noble de los seres humanos, sus emociones, sentimientos y espiritualidad que subyace en el alma de  un pueblo para fluir en este proceso de liberación y de reconocer lo nuestro, nuestras raíces y  querencia.
Sigamos adelante construyendo, sembrando AMOR y SABIDURÍA .Cuando el ser humano adquiere conocimiento, tanto académico o por la experiencia que le da la vida, su mundo se amplia hasta hacerse infinito, y  con el:  el alma y su capacidad de amar.
En este sentido, Weber (1979) insiste en que los individuos cuando están dentro de una comunidad se sienten subjetivamente como individuos con características comunes; a partir de aquí se puede derivar una acción comunitaria positiva o negativa en relación a otras comunidades (a otras identidades) que se ven y se viven como diferentes.
La idea global de identidad como conceptualización social nos lleva a profundizar en un aspecto más concreto y crucial como es la identidad cultural, y desde ésta, destacar un núcleo si cabe más cohesionado, más denso de interrelaciones como es la identidad comunitaria, que nos permite hablar del concepto de identificación (Maffesoli, 1990). De alguna manera, la distinción entre identidad social, identidad cultural e identidad comunitaria se presenta para poder despejar y destacar elementos sutiles relacionados con los complejos procesos de la construcción de las identidades y de los procesos de identificación en un mundo que se debate entre la globalización y lo local.
Todas las culturas son importantes y todas son valorables para el desarrollo de un país, pueblo o comunidad, debemos preservarlas, cuidarlas, apoyarlas y hasta difundirlas, para que sea reconocida, se aprecia y se admire.  Lo tangible e intangible forman parte de este repertorio, de este abanico multicultural y diversos de los grandes protagonistas de la historia.
Los creadores son tesoros vivientes  en todos los saberes y conocimientos como valor fundamental para el aporte cultural.  Es importante destacar que un sinfín de organizaciones e instituciones contribuyen, aportan a la difusión y desarrollo de la cultura
Estrategias para llegar a enaltecer la cultura
·          Valores de los símbolos patrios
·         La nacionalidad o sentido de pertenencia
·         El lenguaje o la literatura que forma parte de la raíz del Venezolano
·         Los saberes populares
·         Expresiones musicales, dancística, teatrales
·         Arte audiovisual
·         Arte Culinario
·         Descubrimientos científicos
·         El Deporte como medio de recreación de fortalecer el sistema humano
·         Exaltación y estudio de los próceres de la patria que permite comprender nuestro pasado y presente para armar un ventanal de oportunidades en el futuro.

 Las manifestaciones culturales en todo el mundo constituyen el principio fundamental de identidad y sentido de pertenencia por los valores supremos de la nación, de la familia y comunidad, en Venezuela las tradiciones mantienen viva la llamarada de lo cultural de lo patrimonial, ejecutando eventos, obras, saberes, remembranzas que forman sin lugar a dudas la idiosincrasia de los pueblos y se valoran de generación a generación, formando nuevas tradiciones y cultivando las raíces que se tienen.
Se ha considerado con especial interés los diferentes estudios e investigaciones efectuadas sobre las identidades culturales revestidas de las manifestaciones culturales propiamente dicha, que han existidos a lo largo de la historia de la humanidad, pero también se hace curioso, místico  como las culturas se fortalecen o se manifiestan de una región a otro y de un tiempo a tiempo, se manifiesta de  diferentes maneras, así  como se identifican los seres humanos de una región a región con sus valores, sus costumbres, su manera de hablar y de vestir.
La yonna,  gaita, la Chicha malla, San Benito de Palermo, San Juan Bautista,
La cruz de mayo,  virgen del Rosario,  y de Chiquinquirá, Santa Lucia, 
el carite, la burriquita y el pájaro guarandol.  Son divinidades colectivas de la multietnicidad, prácticas comunes en la zulianidad.

La cultura es lo que palpita en el corazón para expresar la querencia por nuestros espacios comunitarios, por los personajes, por los lugares, por los accesorios y por los escritos que hacen recordar viejas cosas y vivir  en armonía con el medio ambiente y los habitantes de una comunidad con su historia.

El joropo, raíces de la historia
Matices folklóricos
Con que Dios nos bendice
Con todo su esplendor y realce.

En el Centro-Occidente
Resaltan  su arte escénico
Con sus técnicas y creación
Arraigo propio de la región
Se abre un ventanal
De expresión y comunicación
Digno de admiración.
-I-
Vas creando con tus manos
La ciudad laboriosa
Cocinar ricos platos
Coser con  cuero
Moldear con arcilla
Pincelar realidades

-II-

Una torre de esperanza
Va tejiendo la tradición
Entre artes y culturas
La llegada del niño Dios

-III-
Morada de la música
La tierra del sol amado
La gente con  tesón
Va tejiendo la tradición

Autora: Esther Arteaga


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