martes, 28 de septiembre de 2010

Orden Social

Cultura de Venezuela es una simbiosis de tres culturas distintas, la indígena, la africana y la española.  Venezuela también se enriqueció por otras corrientes culturales de origen antillano y europeo en el siglo XIX, en especial de procedencia francesa.
Los sistemas culturales no están en absoluto anquilosados, sino que están sometidos a constantes cambios, debido a que mucho tiempo estuvieron en un proceso de Tranculturización, resultado de la dominación. 
 Venezuela impulsa un sistema de gobierno basado en un nuevo orden social donde la cultura y la danza es sujeto de una reactualización.  Frente al desafío contemporáneo consiste en encaminar la acción de manera tal que las masas explotadas y oprimidas de Venezuela incorporen el máximo de conocimientos de la Historia, la economía y la teoría política, cultura, para apoyarse en ellos en la inmensa tarea de responder de manera original a la  realidad concreta, a las raíces de la venezolanidad, a las particularidades culturales incluso de cada región y grupo social, ante cada exigencia cotidiana, ante cada dificultad planteada por la transición del capitalismo al socialismo.
Venezuela asume por tanto la necesidad de forjar instrumentos en los cuales converja y se rehaga a sí mismo el pensamiento revolucionario universal, como vanguardia de una era de inmensos desafíos y grandes victorias: el capitalismo es internacional; la revolución es internacional; internacional ha de ser el pensamiento y la acción que la realice.
La Revolución Bolivariana se inicia en el marco de ese resurgimiento, desde una concepción de la diversidad que le evita dogmatizarse y limitarse a un solo aporte, siendo entonces hija de una complejidad histórica y teórica. Por lo tanto, cuenta con una riqueza de ideas, no suficientemente debatidas en una asombrosa realidad conceptual, propia no sólo del avance en el pensamiento humano sino también de un mundo mestizo, cuyo espíritu no es el de la sumisión a algún pensamiento único, sino el de la resistencia creadora que lo convoca a construir de manera colectiva y participativa, la filosofía que explique la existencia e inspire el diseño de los escenarios posibles donde aspira vivir el pueblo con su variedad cultural, las relaciones de fraternidad y la vanguardia de los conocimientos.
Es cierto que no se cuenta con una ideología homogénea, tal como se acostumbra desde la visión positivista de la realidad, pero lo que es más cierto es que esa variedad de aportes conceptuales constituye un piso mestizo donde confluyen las diversas fuentes ideológicas, pero se encamina a un piso ideológico que lo marca la organización comunitaria y el poder popular, o sea la hegemonía basado en la transformación, como lo decía el maestro Simón Rodríguez o inventamos o erramos. Este fenómeno que determina el carácter democrático en la construcción ideológica del proceso, la pluralidad y el respeto, porque en todos los países existen confluencias diferentes, todo encaminado a un ideal y seguimiento de los que deseamos.
El pueblo en su ser crítico y creativo, parte del proceso de fruición o quehacer social, conceptual, para así continuar construyendo protagónicamente el resto del edificio ideológico.
El protagonismo popular, no sólo debe cumplirse en el plano político, económico y social, sino también en el plano cultural e ideológico, que convierta a las mayorías en autor protagónico y sujeto productor de teorías revolucionarias, rescatando críticamente los aportes del patrimonio del pensamiento revolucionario universal y adecuándolo a la realidad cultural latinoamericana y a la realidad de los nuevos tiempos, participativo, pluricultural y de pensamientos críticos, todos mancomunadamente por el bienestar social de los espacios locales.  Como lo decía nuestro maestro Simón Rodríguez o inventamos o erramos.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Ciudadanía

En la nueva cultura sociopolítica que comienza a emerger en Venezuela, el reconocimiento y validación de los saberes del pueblo en la diversidad (étnica, social, económica, política y cultural) constituye un elemento fundamental de la noción de patria, de la defensa de la soberanía y genera nuevos valores que hace posible la vida en familia, en comunidad, y sobre todo el de la convivencia democrática real y participativa.

Los valores como principio que guían las conductas de las personas, debemos saber que tienen función social y que hay que compartirlos permanentemente para así asegurar la convivencia y el respeto mutuo,  se pueden aprender con el intercambio, es el sujeto de estudio que se pretende abordar en esta investigación.En nuestras vidas encontramos: Valores familiares,   valores comunitarios, valores Educativos,  valores ciudadanos y civiles , es importante compartirlos con el diálogo de saberes y toda forma de participación para así conocer cuáles podemos desaprender y cuáles son sujetos de reforzar, y así producir un proceso de Asunción y de Práctica real en todas las acciones de la vida del hombre y la mujer.