El preámbulo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela es uno de las constituciones mejor redactada y concebida en materia de derechos humanos, de deberes, de equidad y justicia. Tal así lo expresa: “El pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la protección de Dios, el ejemplo histórico de nuestro Libertador Simón Bolívar y el heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y soberana; con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad; en ejercicio de su poder originario representado por la Asamblea Nacional Constituyente mediante el voto libre y en referendo democrático,

Valores como la amistad, la sencillez, la igualdad, el heroísmo, el antiimperialismo, la justicia, la virtud y la honradez, entre otros, se ponen de manifiesto en los artículos escritos por Martí para periódicos y revistas. Ejemplos como los siguientes así lo revelan.

 Cabe destacar lo novedoso que resultaría aplicar y adecuar, en nuestro contexto histórico-concreto contemporáneo, las diferentes formas que Martí propone para desarrollar la Educación. Hay encuentros, tertulias, apreciación del arte, música, política, valores morales, instrucción y educación, como forma de preparar a un ciudadano culto para que no se deje engañar y luche siempre por su libertad y la de su pueblo.

La educación en todos sus niveles está llamada a ser corresponsables con los nuevos desafíos de hoy, de un nuevo Proyecto país, de la concepción de los fundamentos filosóficos y de la participación-acción como método hermenéutico y social que reclaman el Diseño de los nuevos programas educativos, bajo un servicio estudiantil que preste apoyo a las comunidades orientadas y guiadas por el cuerpo de docentes, profesores y representantes que hacen del hecho-conocer  educativo un ser-y convivir en armonía con los entornos.-

En lo político se manifiesta la forma práctica martiana de educar para la vida.

Lo ético da fundamento clave al proceso educativo que promueve el pensamiento y la acción martianas.

Lo educativo se aprecia en el resultado de la aplicación de las dos categorías anteriores y propicia la formación de un individuo multifacético, cuyo sentido humanista condiciona su paso por la vida, su identidad, y su cultura, premisas evidentes para formar de la concepción educativa martiana.

El desarrollo de la educación martiana concibe el despertar de la conciencia de los hombres como muestra de su compromiso con la sociedad y sus aspiraciones. Ha sido la comunidad el escenario importante durante todo el desarrollo histórico de la nación cubana y sigue siendo el ámbito esencial para multiplicar la cultura y propiciar la cooperación social. Se concibe la educación como el proceso social destinado a conservar y renovar la cultura para continuar transformando la realidad e incorporar a las nuevas generaciones al proceso histórico-social.

“Es Martí,  como un germen de pensamiento, creciendo, floreciendo y fructificando siempre. Porque el pensamiento de Bolívar se renueva cada día, como es nueva la siembra y la cosecha en las tierras labrantías de esta América nuestra y el alma por sembrarlo y el sudor de cuidarlo,  y el amor de recoger el fruto maduro, es la obra de todas las generaciones americanas que piensan en la libertad como alimento del espíritu de los hombres que aman la democracia como un sistema igualitario de vida, y que están decididos a vivir en paz, para que la heredad que conquistamos pueda servir al pueblo sin, mengua de derechos en la plenitud de los deberes que a todos corresponde a las martianas.

Hablar de Simón Bolívar no es cosa sencilla, un hombre tan universal como él, difícilmente puede definirse como simples vocablos, que quedan cortos para abordar todos los atributos de tan transcendental figura. Precursor de la Educación liberadora, a las más ilustres y nutritivas lecciones de su maestro de maestro, Simón Rodríguez.

No obstante, en estos tiempos de Revolución, de construcción del  Socialismo cuando justamente el libertador representa el eje transversal de toda acción y guía el camino hacia la transformación del ciudadano y ciudadana en el socialismo del siglo XXI, valdría la pena analizar los antecedentes del pensamiento de un hombre que traspasó los limites del tiempo y al que muchos definen como un ideólogo, avizor  adelantado para su época.

¿PRECURSOR DEL PENSAMIENTO SOCIALISTA?

Sin perder el rumbo que hay que recordar que el socialismo como sistema de ideas políticas y filosóficas,  cuandomuchos años después de la muerte de Bolívar. Siguen latiendo las ideas emancipadoras en nuestro corazón.  Sin embargo, es lógico pensar que las ideas socialistas no surgieron de la noche a la mañana y que se fueron cimentando hasta llegar a Engels y a Marx.

“Entonces, las raíces sobre las que se cimentó la filosofía marxista, que también se llamó socialismo científico, en gran medida fue, la economía clásica inglesa, la filosofía alemana y un poco del pensamiento utópico francés. Que se encuentra a finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. Paralelo a esto la filosofía liberal, que viene en descenso, pues surge como respuesta del absolutismo y al mercantilismo”.

Así entre el liberalismo y el socialismo y el liberalismo hay elementos comunes, y de haberse cumplido los preceptos del pensamiento liberal propuestos por la Revolución francesa, no hubiera sido necesario el clamor de Marx por la igualdad social. 

Simón Bolívar sigue siendo la antorcha que invita a abrazar los hechos, los momentos de logros y de reveces para la liberación, emancipación, a través de la consciencia, la reflexión, la humildad y el sentido de bien común que nos nutre y alimenta cada día en este camino al Socialismo.

Venezuela cumplió este 19 de abril y 5 de julio un ciclo de independencia venezolana, 199 aniversario del Inicio de la Independencia y 200 años de la Declaración de Independencia, donde el coloniaje fue el proceso de la historia, del feudalismo, mercantilismo, de la burguesía, luego del federalismo, y la alienación cultural, pero cuando en sí se comienza a romper estos paradigmas, dogmas, cuarta república, para pasar a una quinta república, de revoluciones y de proceso liberador.- Seguiré...