Carta a mi presidente

Hoy siendo un día honorable, por su estirpe y su ímpetu de hombres de hoy y de ayer, soberanos, constructores de una patria de justicia, equidad y bien común.

La nueva patria se construye de hombres y mujeres de bien, de compromiso con su tierra, con la familia, comunidad, con los valores supremos de la nación, para encaminar una verdadera sociedad, donde todos vivamos con el anhelo de seguir sembrando patria de talentos, de trabajo y progreso…

Ahora bien, Sr. Presidente no puedo pasar por alto mi experiencia en la ciudad capital del país, no es una retórica ni un simple saludo a los paisajes y su fauna, es la autodeterminación de asumir el compromiso de una Revolución, más aún cuando naciste para tener a flor de piel la semillita de lo social…ese estimulo de organizar actividades, de gestionar los asuntos públicos y de emprender un proyecto viable para la comunidad.

Fui a Caracas a tener aceptación a mis peticiones, a tener orientación y esperanza de ser tomada en cuenta, no sólo fue hacer un paseo, caminar por inercia casi arrollando en el caminar para llegar a un sitio, no es tomar un bus, metro o ferrocarril en Charallave para llegar a un destino…es pensar más allá, es la puerta que se abre por el sentido y la vocación de construir y no retroceder al abismo, a un país de costumbrismo, de vivir por estar, de que todo da igual, que mañana hay que trabajar solo para recibir un sueldo y llegar al hogar a comer y dormir, eso no es vida… el hombre y la mujer es social de su concepción de vida, una cadena de relación con sus seres queridos que lo hacen estimularlo para generar: códigos lingüísticos, símbolos y colores, sentir que hay un espacio físico que recibe calor humano, que hay un ambiente natural que contemplamos pero también nos nutre de oxigeno, que en el compartir con otros manifestamos nuestros valores, sueños y aspiraciones.

Caracas es hermosa, de espacios recuperados, de esplendidas naturalezas, serranías que envuelven las brisas húmedas de un clima frio, de importantes nichos comerciales y de constructores de ciudades, de trabajo constante y de gente humanitaria.

Es una ciudad donde se llega para visitarla únicamente en búsqueda de distraerse y vivir viviendo, pero también es una ciudad donde muchas personas van en búsqueda de hacer negocios con sus importantes nichos comerciales, de excelentes precios y de mercados potenciales debido a que allí encuentra lo que se busca y por último en búsqueda de hacer contactos sociales, políticos para la solución de problemas y aspiraciones a través de planes y proyectos.

Sr. Presidente fui a buscar solución, a tener sueño y esperanza, a ser atendida, a tener asesoramiento, le comento que cuando llegué al terminal de pasajeros en el Cementerio lo primero que hice fue buscar la esposa de un primo que me orientaría en la ciudad a entregar muchas cartas y proyectos. Así fue,  no fuimos a la vivienda donde ellos viven, de inmediato ella dijo vamos a comenzar hoy mismo, me cambié y rocié mi cuerpo con agua en un baño de un restaurant dentro del terminal de pasajeros.

Comenzamos la travesía, el recorrido por la cortesía, la amabilidad y sobre todo orientación, con la estirpe de un verdadero servidor público. Llegamos a Miraflores, llegamos a la entrada para asuntos sociales, el militar nos dice que es por correspondencia donde se entregan proyectos, ante la solicitud que yo haría, pero también le dice que llevaba carta para solicitar silla de rueda, nos hizo pasar, habían muchas gentes en espera, el recepcionista me dio un número el 14, pero el empleado le falta como chispa del dinamismo y del desempeño para lograr que todas las partes se vayan satisfecho con su solicitud, se fue a almorzar y no le dijo a nadie de los presentes que debían esperar, no somos adivinos, hay personas que nunca han visitado Miraflores y son caraqueños y hay otros que están de visita de otras regiones, bueno total que ante esta ausencia penetramos a las oficinas en búsqueda de una explicación, aún habían empleados trabajando que no fueron a almorzar, pero al preguntarles algo, respondían con arrogancia, un poco golpeado y con estimulo no amable, cualquiera puede irse con esa actitud.

Decidí esperar,  no por mí sino las cuatro cartas de solicitud de silla de rueda que llevaba, la sorpresa es cuando me hacen pasar con el Sr, José del área de Discapacidad y me dice que no puedo hacer todas las solicitudes, que debo hacer una solamente y debe ser a titulo personal,  debe ir personalmente la persona discapacitada o incapacitada, no pude hacer nada, me vine con esas cartas, le digo José ayúdame a decirme donde puedo entregar estos cinco proyectos, me respondió igual que los agentes militares en “CORRESPONDENCIA”, así lo hice, entregué por ahí, pero cuando voy a entregar otras cartas, me dice el efectivo únicamente debe entregar una por persona, me vine también con otras solicitudes de vecinos y vecinas devueltas.

No obstante, salimos de Miraflores para ir a Sabana Grande, en búsqueda de entregar documentos en las oficinas de INASS, llegamos al destino con la esperanza de ser atendidos, conseguimos con unos funcionarios excelentes, muy buen trato y solución a los problemas, pero cuando nos hacen subir a hablar con los funcionarios en el área requerida, nos comentan que NO HAY CUOTA DE PARTIPACIÓN PARA POSTULAR CIUDADANOS ADULTOS MAYORES A PENSIONES, ya que llevaba dos casos de pensiones que aparecen en pantalla desde hace 2 años y están en status registrado y con prioridad; pero nada se logró ya que dijeron que usted señor presidente tiene tiempo sin dar cuota de créditos presupuestario para dar apertura a beneficiarios con ayuda de pensión a los adultos mayores, lloré ante esta situación.

Regresé con otra desmotivación, aún la sigo sintiendo, no puede entregar las cartas que llevaba, sólo pude entregar proyectos y por CORRESPONDENCIA.

Lo importante es que hice amiguitos(as) semilleros de identidad en la comunidad de Bethania II, volveré en diciembre a conformar la CORAL NAVIDEÑA DE NIÑOS Y NIÑAS, les dejé sembrada el entusiasmo, ya que en una noche pedimos unir instrumentos musicales y emprender unos hermosos cantos, unísonamente se escuchaba espectacular, claro que sí me animo.

Le cuento presidente que en las muchas veces que monté al metro atropellaron a muchas personas al subir o bajar del metro, hay mucha convulsión, esto hay que mejorarlo,  la gente parece un robot moviéndose de un lado a otro, sin control, quieren llegar primero y ser los primeros, como si nunca van a llegar a su destino, pueden suscitarse accidentes lamentables por el propio arrollamiento humano y no por máquina.

 Sea bienvenido a nuestros país, lo extrañábamos y deseamos plena recuperación.-